Nuevo convenio o prórroga ¿En qué se diferencia?

Para CGT lo importante es el resultado y no el medio usado.

En las últimos días algunos sindicatos están representando una nueva “obra”, con la que pretenden resaltar la necesidad de prorrogar el actual convenio, cuestión que tiene más que ver con el electoralismo que con una realidad importante y acuciante en este momento.

Y lo cierto es que algunos sindicatos, tras casi 4 años haciendo y firmando todo lo que les ha pedido la empresa y sin consultar con la plantilla, al acercarse las elecciones sindicales intentan distanciarse y mostrar que tienen criterio propio, algo que los hechos han constatado que es más que cuestionable, pero entremos en las diferencias:

NUEVO CONVENIO: La empresa está obligada a constituir una mesa negociadora, donde están todos los sindicatos presentes en el Comité Intercentros y se tiene la obligación de “negociar de buena fe”, para alcanzar un acuerdo. Por ello y a pesar de las negociaciones paralelas, la empresa tiene que ir cambiando sus intenciones y normalmente la firma es al inicio del verano, tras varios meses de negociación. Además, al tener más claridad y tiempo para informar a la plantilla, muchas veces los sindicatos que todo lo firman se ven obligados a escuchar a su afiliación y cambiar sus pretensiones (bueno, las de la empresa).

PRÓRROGA DE CONVENIO: Si fuese así, simplemente se debería actualizar el IPC, pero la realidad en Telefónica es que cada prórroga ha sido un nuevo convenio donde se han introducido cambios normativos importantes, algunos de los cuáles no se han podido “colar” en una negociación de convenio normal. La diferencia en este caso es que toda la negociación es clandestina hasta el día de la firma, donde simplemente se pasa a votación.

Es más, el mayor cambio sufrido por la plantilla de Telefónica, la nueva Clasificación Profesional, se ha negociado fuera de un convenio y de una prórroga, es decir, que cuando la empresa quiere algo da igual el momento o más bien aprovecha el momento para introducir lo que quiere.

Por tanto y más allá de propagandas electoralistas y del medio a utilizar para conseguir un nuevo convenio, lo importante serían los resultados y la experiencia demuestra que es mejor una negociación normal, con luz y taquígrafos, que una clandestina disfrazada de prórroga, aunque como ya decíamos: LO IMPORTANTE ES EL RESULTADO.