Aplaudimos la sensibilidad de quienes reclaman la implantación de leyes como la francesa en asuntos tan importantes como los de la salud laboral. Es muy importante trabajar con seguridad e integridad, no perder la salud en el trabajo, trabajar para vivir y no vivir para trabajar.
Esta ley francesa, la de la “Desconexión” del trabajo se empezo a aplicar a partir de 1 de enero de 2017, hace ya un año y medio, y en ella se obliga a las empresas de más de 50 empleados/as a negociar con los comités de empresa una delimitación clara de la vida laboral y personal, unas reglas perfectamente definidas de cuando acaba la jornada laboral y a partir de la cual la empresa ya no puede obligarte a responder un correo, a atender una llamada, o a estar atento, en definitiva, a cualquier asunto laboral por el que, hasta ahora, su incumplimiento podía suponer un expediente sancionado con días de empleo y sueldo e incluso el despido.