Sobre huelgas y juicios. Valoración y propuestas de CGT

La Confederación General de Trabajo (CGT) ante una degradación objetiva de las condiciones de seguridad y salud de los GMO’s (actualmente integrados en la Dirección General de Operaciones) y de la plantilla de los C.A.C’s de Negocios y Profesionales, decidió iniciar una serie de acciones con el propósito de solucionar los problemas existentes o paliar al menos sus consecuencias.

Tras un período de información a la plantilla afectada y ante la falta de sensibilidad por parte de Telefónica España SAU, y lamentablemente del propio Comité Intercentros, a petición de la mayoría de nuestra afiliación y de diferentes asambleas de afectados, CGT convocó sendas huelgas para forzar a la empresa a una negociación.

Ante la maniobra contra los preavisos de huelga de otras organizaciones sindicales y comités de empresa, CGT decidió presentar y como muestra de buena fe, unos preavisos de huelga sobre los que la empresa no pudiera plantear dudas o excusas sobre nuestras pretensiones y legitimidad de las movilizaciones.

Durante todo este período, nunca, ni antes ni ahora, se ha cuestionado la legalidad de las huelgas convocadas por CGT, ni por parte de la empresa, el Comité Intercentros o los sindicatos firmantes del vigente Convenio Colectivo; por consiguiente no se cuestiona la legitimidad de sus Comités de Huelga.

Como es evidente según el acta de la reunión del 8 de noviembre entre el Comité de Huelga de CGT y representantes de la empresa, Telefónica España SAU se niega a abordar las reivindicaciones planteadas en ese foro de negociación – al que como la empresa sabe y ha reconocido en distintos ámbitos incluida la Audiencia Nacional, la ley otorga plena capacidad para entender la solución de los conflictos en curso – pretendiendo derivar esa solución a las comisiones o grupos de trabajo previstos en el Convenio Colectivo y que serían, a su juicio, los únicos adecuados. Sin embargo, no debemos olvidar que esos foros excluyen a quienes estamos promoviendo las movilizaciones e incluso a algunas organizaciones como UTS o STC que aceptan no obstante el ultimátum de la empresa siendo en su seno donde se acuerden los términos de resolución cuando esos mismos foros y algunos de sus acuerdos son responsables, entre otras razones, de la actual situación.

A falta de una sola propuesta concreta de solución, de una alternativa a un modelo productivo que parte de la plantilla considera perjudicial, o al hecho contrastado de que la empresa ignora y desprecia los Comités de Huelga como interlocutores válidos, argumentando un cúmulo de sinrazones para no ceder lo más mínimo a las reivindicaciones planteadas, consideramos que siguen vivas todas las causas objetivas para que CGT mantenga las movilizaciones.

Por otra parte, reconocemos la legitimidad y motivos que impulsan al sindicato AST y a los Comités de Empresa de Madrid, Barcelona y Tenerife a convocar también movilizaciones en los GMO`s y NyP similares a las de CGT.

Somos conscientes que la actitud represora de la empresa es responsable de las sanciones impuestas, desproporcionadas e injustas en forma y fondo, razones que por cierto, han manifestado también aquellas organizaciones que ahora avalan la arrogancia de Telefónica.

Telefónica España SAU ha diseñado, sola o quizás en compañía, una estrategia de acoso y derribo a cualquier forma de sindicalismo alternativo al resultante de las pasadas elecciones sindicales que intenta imponer un modelo excluyente y exclusivo apropiándose de la confianza incluso de miles de trabajadores que no votaron sus candidaturas en un claro desprecio a otra opciones diferentes. Un plan basado en la toma de rehenes para desvirtuar la posible negociación, situando a la parte social en un falso dilema entre responsabilidad por las movilizaciones y solidaridad para con los sancionados con el despido a causa de otras huelgas, cuya legalidad o ilegalidad sigue pendiente de una sentencia de la Audiencia Nacional.

La fórmula de despidos preventivos y su aceptación – un chantaje moral en definitiva – supondría el principio del fin para cualquier reivindicación futura, condicionando la solución de posibles conflictos al dictado de aquellos contra quienes se plantean.

Al menos formalmente es la empresa quien despide, no esos sindicatos. Telefónica es responsable cuando no intenta solucionar los problemas pero al mismo tiempo busca el apoyo de otras organizaciones sindicales para justificar el despropósito que plantean sus ofertas “envenenadas”. Tristemente encuentran su complicidad.

Ninguna organización que se diga de clase puede asumir sinceramente que los postulados de la empresa en este conflicto, por mucho llamamiento que se haga a la responsabilidad, suponen avance alguno; por el contrario, implica la aceptación de una dinámica peligrosa: se negocia con despidos y se despide para negociar.

Telefónica parece no ser consciente de que tiene la obligación legal de negociar y hacerlo de buena fe con los Comités de Huelga y que la garantía de éxito en esa negociación no dependerá tanto de que se utilice este o aquel foro sino sobre todo de que los acuerdos que se tomasen en la negociación se ajusten a las reivindicaciones, con respeto y seriedad, voluntad y compromiso en los acuerdos que se logren conscientes todos de las posibilidades y el margen de maniobra de todas las partes.

Los firmantes del Convenio Colectivo vigente insisten en negar que los acuerdos alcanzados con la empresa en la Comisión de Comercial o en el Grupo de Adaptación del Tiempo de Trabajo, por ejemplo, han propiciado mermas en la prevención, seguridad y salud de colectivos importantes de nuestra empresa.

No se puede negar la evidencia de estos problemas, de hecho ya se empiezan a reconocer; como tampoco se puede negar su especial trascendencia y la de sus posibles soluciones.

El hecho es que se está rompiendo el equilibrio entre objetivos empresariales y derechos de los trabajadores con clara imposición de aquellos con lo cual no sería de extrañar que surjan en el futuro conflictos tan o más importantes que los actuales.

La actitud de la mayoría en el Comité Intercentros, suscriptores del Convenio Colectivo, no tiene sentido en el momento actual. No se puede seguir ignorando a buena parte de la plantilla ni se pueden seguir buscando excusas para seguir como hasta ahora.

Desde CGT y con este escrito hacemos un llamamiento público a todos, plantilla, empresa, sindicatos, comités de empresa y trabajadores sancionados con el despido y muy especialmente al Sr. Alberto Cases Costa (Director del Área de Relaciones Laborales y Empleo) en los siguientes términos:

En respuesta a la carta que dirige a los sindicatos firmantes del Convenio, entre los que como sabe no estamos, y ante su petición del necesario acuerdo unánime de todas las organizaciones presentes en el Comité Intercentros para que el acuerdo alcanzado con aquellos sea efectivo, desde el más absoluto respeto le proponemos que, como cuestión previa a la solución de los conflictos:

• Se ordenen las acciones necesarias para el desistimiento de los conflictos colectivos interpuestos por Telefónica España SAU contra las diferentes huelgas promovidas por el Sindicato AST y el Comité de Empresa de Madrid.
• En consecuencia con lo anterior, se retiren los expedientes sancionadores a los diferentes miembros de esos Comités de Huelga.

En el mismo orden de cosas que en esa carta se plantea, si esa misma unanimidad hubiese sido reclamada para la consecución de otros acuerdos, tenga por seguro que el clima laboral actual en nuestra empresa sería muy distinto.

Le comunicamos también que nos dirigimos, desde la más absoluta seriedad y respeto a su autonomía y diferentes órganos de decisión, al sindicato AST y al Comité de Empresa de Madrid para que de manera simultanea:

• Retiren sus demandas sobre tutela de libertad sindical y
• Desconvoquen las huelgas motivo de controversia.

Le aclaramos, si era necesario, que las movilizaciones planteadas por CGT no se encuentran sometidas a ningún proceso que cuestione su legalidad. Con nuestra propuesta pretendemos rebajar la crispación que algunas actitudes y decisiones han motivado.

Las demandas de los trabajadores en huelga siguen estando latentes y por ello le instamos a negociar de buena fe de acuerdo a lo previsto en la ley con los Comités de Huelga y con la CGT, convocante de las mismas.

Entendemos que en un negocio en constante evolución las necesidades de la empresa puedan suponer cambios importantes en las relaciones laborales, pero no que estos incidan lesivamente en aspectos relacionados con la seguridad y la salud de la plantilla o la desregularización constante de nuestras condiciones de trabajo.

Una vez más, declaramos nuestra firme creencia y compromiso en la necesidad de resolver el conflicto, independientemente de en que foro se formalice el posible acuerdo.

Le adelantamos también que los procesos de negociación no deben adulterarse por ninguna de las partes y en CGT estamos a dispuestos a estudiar las necesidades de la empresa.

Pretendemos por ejemplo:

• Conseguir un ambicioso plan de formación para toda la plantilla que tenga por horizonte la promoción y homologación profesional, verdadera garantía de empleo y no la continua reubicación de los trabajadores o su reasignación de funciones.
• Responder a la necesidad de flexibilidad de la empresa con un modelo de Clasificación Profesional que debe incentivar a los trabajadores, social, económica y profesionalmente y con una normativa clara que restablezca la promoción como mecanismo natural y evite la arbitrariedad.
• Una descentralización de actividad y una gestión racional de los recursos que prevenga la movilidad geográfica y la continua externalización de servicios y actividades.
• Pretendemos también el establecimiento de mecanismos de contratación de personal basados en la claridad y en el principio fundamental de igualdad de oportunidades.
• Todas las soluciones y propuestas deberán respetar escrupulosamente la normativa vigente en materia de prevención de riesgos laborales.

CGT cree que esta es la vía para que los derechos avancen en la misma medidas que los beneficios empresariales y que, por tanto, se consiga un clima laboral constructivo, sin exclusiones y con la participación de todos.

Salud,
Secretariado Permanente
Sindicato Federal de Telefónica
Confederación General del Trabajo

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