Con cierto alivio leemos en los comunicados de quienes «responsablemente» negocian en las mesas de «no negociación», vuelta tras vuelta de tuerca, la falta de acuerdo en la tercera y definitiva fase de la nueva clasificación por grupos profesionales.
Ya CGT, desde que se puso encima de la mesa ese documento –en la 5ª reunión de clasificación, y vamos por la 10ª–, ha denunciado reiteradamente en el Intercentros que es inasumible y poco serio: no busca regular convenientemente las funciones de cada grupo profesional ni garantizar la empleabilidad objetiva a largo plazo. Sólo plantea parches derivados de la eliminación de 6830 puestos de trabajo con el único objetivo de implantar la flexibilidad total y la polivalencia a toda la plantilla, sin contrapartida asumible y, algo absolutamente inaceptable, mediante el chantaje sistemático de la «empleabilidad».
Y aunque nos pudieran parecer correctos los planteamientos de estos sindicatos «negociadores» y las modificaciones que proponen –no en vano van en la misma línea que nuestras propuestas al Comité Intercentros–, tenemos claro que su actitud es poco fiable, más después de haber llegado a acuerdos durante este año tan perjudiciales económica y laboralmente.
Entre estos acuerdos se encuentra el de Movilidad firmado al comienzo del verano que, ya de por sí, es suficiente para provocar la multifuncionalidad total y, con ella, todo tipo de arbitrariedades. Es un acuerdo fruto de una actitud claudicante que ahora se torna en desacuerdo. Por eso, incluso, dudamos de que la empresa necesite una nueva vuelta de tuerca en una clasificación ya pasada de rosca.
Observamos que ese desacuerdo parece ser una simple cuestión de compensación económica por la unificación de puestos profesionales y un retraso en su contrapartida: un plan de empleo comprometido por la empresa en el prorrogado plan social –terminará a final del 2014– y sus correspondientes traslados.
Pero lo que debería ser una cuestión principal: discutir en serio las funciones de otros puestos profesionales –les habrán llegado las quejas de otros colectivos, como el de delineantes, que bloquean sus buzones–, debería haberse abordado desded el principio. Más que desacuerdo pareciese una rabieta de quienes esperasen el cumplimiento de lo previamente apalabrado.
¿Habrá, por fin, descanso vacacional sin firmas este horrible 2013? Pero para enfrentar con garantía los «aprietes» de la empresa, deberemos huir de las «no negociaciones » y su oscurantismo provocadas por la mayorías que gobiernan el Intercentros. Y en ese foro tan universal debatir las numerosas propuestas sobre la clasificación para definir una postura social conjunta contra las pretensiones de la empresa. Una postura que garantice la empleabilidad, la estabilidad laboral, la formación continua y los procesos de promoción transparente. Una postura conjunta contra la destrucción de empleo y el empobrecimiento sustancial de los escasos nuevos puestos creados; en contra de los recortes en el Plan de Pensiones y en los Fondos Sociales, contra la pérdida de poder adquisitivo de nuestros salarios, contra la continua modificación a la baja de nuestras condiciones, contra la multifunción total y las disponibilidades obligatorias. El intercentros tiene la obligación de luchar contra los niveles de estrés, contra los despidos por bajas justificadas y contra la represión por ejercer la labor sindical –el comité de Barcelona convoca huelga de jornada completa para el 17 de diciembre en apoyo a sus dos delegados represaliados por su lucha sindical.
Cargados de razones suficientes, una parte de la representación social nos organizamos contra el oscurantismo de unas pésimas «no negociaciones» que nos abocan a la ruina laboral. ¡No te vamos a dejar ni una sola razón para que te quedes mirando al tren!
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