20 AÑOS DE PRIVATIZACIÓN EN TELEFÓNICA – EL BIG BANG DE LAS TELECOMUNICACIONES

Sr. Pallete, presidente del grupo Telefónica, señoras y señores consejeros y accionistas, hacemos esta intervención en nombre del sindicalismo alternativo en Telefónica integrado por ESK, CGT, AST, EC y COBAS.

Se cumplen ahora 20 años de la absoluta privatización de Telefónica. Corrían los años 80 cuando se empezó a hablar de ella para los servicios públicos, pero no fue hasta la siguiente década, con los gobiernos de los Srs. González y Aznar cuando se llevó a la práctica. En el caso de Telefónica, este nuevo modelo liquidaba a precio de saldo una empresa semi-pública con enormes beneficios para el sector público, también para el  privado, y que reportó inmensos ingresos para aquellos gestores que “pilotaron” este transito de lo público a lo privado.

Para los trabajadores y trabajadoras, y para la sociedad en su conjunto, la privatización nos hizo retroceder en derechos laborales y sociales conquistados. Más explotación y miseria para la clase trabajadora a la que pertenecemos y representamos.

Por aquel entonces, muchas de nosotras llevábamos casi diez años trabajando para una empresa que, no siendo completamente pública, si que era participada por el estado y era él quien decidía las políticas a seguir en materia de comunicaciones y de inversiones. Y sí que fue una época de esperanza para la clase trabajadora, pues se generó empleo de calidad, que nos permitió hacer planes de futuro y de estabilidad gracias a un trabajo con derechos, que nos permitía tener una vida laboral, social y personal digna, una empresa en la que llegamos a  trabajar hasta 75.000 personas.

El big bang de las telecomunicaciones en España coincidió, no casualmente, con la privatización de Telefónica. Aparecieron las operadoras de cable, las de telefonía móvil, el boom de la micro informática, la navegación por internet, la mundialización de las tele-relaciones y las primeras redes sociales… en definitiva, un gran negocio donde lucrarse y una expansión brutal del negocio con la creación de miles de puestos de trabajo, eso sí, en condiciones precarias para las personas trabajadoras.

Pero al contrario de lo que debería haber sucedido, que el trabajador y la trabajadora del mundo de las telecomunicaciones también se hubiera beneficiado, en Telefónica fue precisamente por aquella época cuando se empezó a hablar de desvinculaciones incentivadas, de Expedientes de Regulación de Empleo voluntarios y del actual Plan de Suspensión Individual; lo que supuso la destrucción de miles de puestos de trabajo dignos y con derechos. En toda esta precarización del sector han contado y siguen contando con sus socios sindicales, esos que se sientan hoy tan próximos a ustedes.

Sr. pallete, la empresa que usted dirije pretende convencernos de que las reducciones de plantilla mediante las mal llamadas “prejubilaciones” son la solución ideal a un mercado de trabajo dual en el que por una lado estaban quienes disfrutaban de unas condiciones laborales dignas, luchadas y ganadas en la calle con sudor y sangre de antepasados, y los nuevos puestos de trabajo con peores condiciones laborales –gracias a las destructivas políticas de empleo y las reformas laborales pactadas con el sindicalismo más sumiso y colaborador– lo que generó que en ese big bang de las telecos se llegaran a crear casi medio millón de puestos de trabajo, cada vez peores, cada vez más precarios.

Estamos hablando de la absoluta degeneración de las condiciones laborales. Hemos pasado del mileurismo al cientoeurismo. Durante estos 20 años, se han generado cientos de empresas de telefonía, como solución de las patronales para distribuir los beneficios del monopolio de las telecomunicaciones con acuerdos y pactos con marcas de todas conocidas: Vodafone, Orange, Jazztel, Retevisión, Movistar, Euskaltel… con sus expansiones y contracciones y alianzas, dependiendo de las cíclicas crisis económicas. Y para los trabajadores y las trabajadoras las figuras de las contratas, subcontratas, autónomos y falsos autónomos, y cuanto más larga es la cadena de subcontratación, evidentemente, peores condiciones laborales, salarios miserables, horarios eternos, pésimas condiciones de prevención, aumento de los accidentes y muertes.

Y entonces, el big bang de las telecos, la gran oportunidad de la sociedad, lo que debería haber sido un “progreso” para la humanidad se convirtió en astronómicos beneficios para el empresario –no hay mas que ver como se acaba de ir su predecesor a casa, con los bolsillos llenos de dinero– y miseria y muerte para la clase trabajadora. Sí, porque los accidente laborales mortales también se han incrementado a medida que la precariedad se ha ido instalando en el trabajo diario, accidentes fácilmente  evitables con plantillas bien dimensionadas y la aplicación efectiva de la prevención en el trabajo.

No queremos dejar pasar por alto el actual grado de putrefacción de las instituciones gubernamentales precipitada por el mundo empresarial: Ayuntamientos, Comunidades Autónomas, Gobierno y partidos políticos, quienes, en esta época de progreso y bienestar han malgastado la generación de la riqueza con su acumulación fraudulenta como se está demostrando con las tramas Púnica, la Gürtel, la Lezo… en las que no queda títere con cabeza y están imputados cientos de responsables políticos y gestores de nuestro dinero, operaciones en las que se está demostrando que la separación de los poderes es inexistente y por tanto imposible de garantizar la democracia: fiscales anticorrupción con empresas en paraísos fiscales o presidentes de gobierno que tienen que ir a declarar por financiación ilegal de sus partidos a los juzgados. No es casualidad, todo está íntimamente relacionado en el mundo del capital.

El anterior Presidente de Telefónica fue un maestro a la hora de rodearse de personajes que han tenido que desfilar por los juzgados. Él mismo también recibió su sentencia, aunque en su caso declararon que el delito estaba prescrito. ¡Que justicia tan diferente para la clase trabajadora, criminalizada y encarcela por defender sus derechos!

Sr. Pallete, venimos aquí, a la junta de accionistas, un año más, como siempre lo hicimos, porque pensamos que es un foro donde la voz de la clase trabajadora se tiene que escuchar. Pero este año venimos más unidos que nunca: ESK, CGT, AST, EC y COBAS, lo que autodenominamos Sindicalismo Alternativo de Telefónica. Y venimos con la misma esperanza e ilusión que todos estos años de “progreso”. Venimos para exigirles una vez más que como generadores de riqueza esa riqueza sea revertida en nuestro propio beneficio.

Venimos para exigirles la creación de puestos de trabajo dignos, con derechos. Esta empresa se lo debe a la sociedad, a sus jóvenes que se ven abocados a emigrar, como ya ocurrió en un pasado que creíamos haber superado.

Es necesario el abandono ya de las políticas de destrucción de empleo, dando la posibilidad de aplicar “los contratos de relevo” que permiten la incorporación de jóvenes a la empresa con accesos mucho mejores a la jubilación de las personas relevadas, siendo un modelo que no merma las arcas del estado.

Por último, pedirle que no permita más las infames “puertas giratorias” que han hecho de esta empresa un refugio de la clase política vendida a la clase empresarial y su capital, a costa de la vergüenza social y el desprestigio de nuestra compañía.

Madrid, 9 de junio de 2017