El sindicato vencido

Hace unos días, toda la plantilla de Telefónica recibió un comunicado de UGT  que empezaba diciendo: ” El anuncio de Telecom Italia y British Telecom de su intención de ejecutar el próximo año el despido de 4.500 y 13.000 trabajadores respectivamente, además de, en el caso de la italiana reducir el sueldo y la jornada a otros 30.000 asalariados, y la revelación de que Vodafone y Deutsche Telekom suprimieron otros 5.300 empleos entre ambos en los dos últimos años. Vuelven a traer al primer plano de la actualidad la profunda crisis de empleo que pervive en nuestro sector. ”

 

A esa información CGT le podríamos añadir que Telefónica, en 20 años, ha despedido más de 62.000 personas. Y dicho de esa forma no es mentira, pero tampoco estaríamos diciendo toda la verdad. Eso ocurre con el comunicado de UGT, ya que se olvidan de contar que BT contratará 6000 nuevos ingenieros o que es un acuerdo con los sindicatos italianos y que se realizará “a través de herramientas no traumáticas para los trabajadores”. Vamos lo que aquí   conocemos actualmente como PSI o ERE pactado.

 

Según el contexto donde se diga y la intencionalidad con que se haga, el efecto que produce el comunicado de UGT es MIEDO.  Es decir, tal y como están las cosas, de cara a la negociación del próximo Convenio Colectivo, mejor no ponernos muy exigentes y conformarnos con cualquier mal acuerdo que ellos puedan alcanzar.

 

Mala política sindical es utilizar la estrategia del miedo para conseguir votos y mantener su estatus dentro de la empresa, porque lo único que se consigue es perder poder ante el adversario real, la dirección de la empresa.  Desarmar a la plantilla y llegar a la contienda de la negociación ya vencido solo nos lleva a un mal acuerdo. La actitud de UGT es como la del boxeador que ya sale vencido antes de que se produzca el combate y opta por abrazarse al contrincante en lugar de pelear.

 

¿Cuántas veces vamos a utilizar como moneda de cambio la supuesta Garantía de Empleo para ceder en otras cosas?  que, según ese sindicato, no son importantes como: incremento salarial, conciliación de la vida laboral y familiar, o cualquier otra mejora en nuestras condiciones sociales y laborales.

 

La garantía de empleo en tu localidad, en una empresa como Telefónica, con el volumen de negocio y los beneficios que tiene, es una cuestión innegociable. Esto lo ha dicho CGT muchas veces, porque lo tenemos claro y no entendemos que se tenga que repetir una y otra vez.

 

Si la crisis ha terminado, como reconocen en su comunicado, si la recuperación económica es general  y el paulatino aumento de los ingresos es ya una realidad, dejemos de ceder, dejemos de perder cosas y empecemos a recuperarlas, empecemos a adquirir conciencia del poder que tenemos y empecemos a mentalizarnos de que somos sindicatos de clase con un fin y una responsabilidad, no solo la de ganar unas elecciones sindicales.

 

 

¿Acaso los directivos de esta empresa se han apretado el cinturón como hemos hecho la plantilla?  Todo lo contrario, se han repartido 250 millones de euros para apenas 1000 directivos.

 

Hace unos días, toda la plantilla de Telefónica recibió un comunicado de UGT metiendo miedo a la plantilla de Telefónica.

Al sindicato CGT no nos vale todo, no podemos aceptar que se utilice cualquier estrategia para conseguir unos cuantos votos, no podemos aceptar que, con el empleo, las condiciones laborales y sociales, con los intereses de la plantilla se juegue tan libremente y mucho menos con impunidad.