EREs y demás hierbas

280.351 despidos, estas son las cifras escalofriantes que  arrojan los ERES firmados a lo largo del año 2011, cerca del 90% de expedientes, pactados con los sindicatos mayoritarios. Telefónica bate récords de adhesiones en solo tres meses, 2875 desvinculaciones hasta la fecha, el 43% del total, entre las categorías más destacadas en bajas están: 218 Administrativas, 142 EPIS, 199 ERS, 303 Ingenieros Técnicos Medios, 497 OAPS, 326 EPIS, y entre  las provincias con más bajas  destacan Madrid-815, Barcelona-357, Vizcaya-141, Valencia-139 y Zaragoza-111, un triste ranking de despidos colectivos, de los que tanto empresa como sindicatos firmantes se sienten muy orgullosos.

Sin embargo, no pueden decir que la “voluntariedad” es real, diversos factores han influido para comprender el aluvión de peticiones que ha habido hasta ahora, incluso por personas que no cubrían el perfil requerido. La infinita negociación de la reforma laboral con flecos pesimistas en  conceptos de fiscalidad en las prejubilaciones, añade incertidumbre y empuja a muchos a aceptar una oferta que ya tienen en la mano, por si la que reciben más adelante es peor. También el miedo a acabar igualmente en la calle, pero con una indemnización menor, lo que hace a otros trabajadores y trabajadoras a dar el paso adelante de apuntarse al ERE. “La gente se apunta por miedo”.

Telefónica anunció en 2011 que planteaba un ERE hasta 2013 para 6.500 personas, a pesar de tener cuantiosos beneficios -la operadora ganó más de 10.000 millones de euros en 2010-. después el Gobierno realizó un cambio urgente en la legislación laboral a través de una enmienda en la ley de reforma de pensiones: el Estado obliga a todas las empresas con beneficios a asumir todos los gastos en caso de ERE hasta que los despedidos y despedidas alcancen la edad de jubilación. En el caso de Telefónica, ésta anunció la creación de un fondo con 350 millones para reintegrarle al Inem las prestaciones de desempleo que reciban los trabajadores/as en los dos primeros años tras su despido.

Pero hasta el momento, no tenemos conocimiento de que esta cantidad haya sido abonada, ni en concepto de que tipo de depósito se realizará, ni el empleo que se hará a esta cantidad de dinero presumiblemente abonado. CGT presentó recientemente una propuesta al  C.I.  para que éste se dirija a Telefónica y exija la “materialización de creación de empleo más allá de los comprometidos en el Plan Social mientras no se regule la aportación económica  a efectuar al Tesoro Público en los términos que se determinen reglamentariamente”. La respuesta del trío firmante del ERE a dicha propuesta ha sido la del silencio absoluto, después de la alarma social que se suscitó al conocerse que Telefónica iba a destruir miles de puestos de trabajo sufragados por el estado y acallar las voces anunciando el desembolso del importe correspondiente al paro, parece que dan el tema por zanjado, inconcebible.

Mientras las cifras del paro siguen aumentando, en la encuesta de población activa las falsamente denominadas prejubilaciones no cuentan como personas desempleadas, las 2875 personas despedidas en Telefónica no cuentan como colectivo potencialmente buscadoras de empleo,  eso sí, el Gobierno hasta la fecha está reintegrando puntualmente las cantidades del paro, sobra mucha hipocresía.

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