Categoría: C.C. de Formación

¿Quién examina al examinador?

Desde que la compañía tiene cien por cien capital privado, las oposiciones han dejado paso a los concursos de méritos. Este método de selección, mucho más subjetivo y menos transparente, provoca mayor malestar entre quienes se presentan a él. La postura de CGT en estos procesos siempre fue muy clara: velábamos por un proceso limpio.

Te presentas a un concurso de méritos con la misma fe que echas un boleto a la primitiva. Y no es porque no confíes en tus conocimientos y capacidad, que serán mayores o menores, según el caso; sino porque frente a un proceso tan subjetivo sólo la divina fortuna es la que te tiene que acompañar para conseguir tu objetivo.

El primer escollo importante a salvar es el currículo, que es corregido con una «planilla» que elabora no se sabe quien, basada en una fórmula tan magistral como la de la Coca Cola, de la que muy pocas personas conocen su secreto, o por lo menos el sigilo que exigen así lo hace pensar.